martes, 19 de mayo de 2009

LAS PESADILLAS Y LOS TERRORES NOCTURNOS




Las Pesadillas y los Terrores Nocturnos
¿Qué son las pesadillas?



Las pesadillas son sueños alarmantes que despiertan a los niños y les hacen tener miedo de volverse a dormir. Las pesadillas pueden producirse sin ninguna razón conocida, pero algunas veces se producen cuando su hijo ha visto o escuchado algo que lo perturbó. Éstas pueden ser cosas que realmente suceden o que son simuladas. Las pesadillas ocasionales son normales en todas las edades después de los 6 meses de edad. Las pesadillas a menudo se relacionan con las etapas de desarrollo del niño: los niños que empiezan a caminar pueden soñar acerca de la separación de sus padres; los preescolares pueden soñar acerca de monstruos en la oscuridad; los niños de edad escolar pueden soñar acerca de la muerte o peligros reales. Las pesadillas normalmente se producen durante la última tercera parte del sueño, durante el sueño REM (sigla en inglés de "rapid eye movement" o "movimiento rápido del ojo"; tiempo del sueño).

Cómo ayudar a un niño que tiene pesadillas:

  • Tranquilice, consuele y abrace a su hijo.

  • Ayude a su hijo a hablar sobre las pesadillas durante el día.

  • No permite que su hijo vea o escuche películas o programas de televisión de terror.
  • Deje la puerta de la habitación abierta (nunca cierre la puerta de la habitación de un niño que tiene miedo).
  • Proporcione una "manta de seguridad" o un juguete de consuelo.
  • Deje que su hijo se acueste en su propia cama.
  • No pase mucho tiempo buscando al "monstruo".
  • Durante la rutina de irse a la cama, antes de que su hijo se vaya a dormir, háblele de cosas divertidas y felices.
  • Léale algunas historias a su hijo acerca de cómo superar los terrores nocturnos.

Cuándo llamar al médico de su hijo:
Consulte con el médico de su hijo si usted nota cualquiera de las siguientes señales:
Las pesadillas empeoran cada vez más o se producen más a menudo.
El miedo interfiere con las actividades durante el día.
Usted tiene otras preocupaciones o preguntas acerca de las pesadillas de su hijo.

¿Qué son los terrores nocturnos?
Un terror nocturno es un despertar parcial del sueño con comportamientos como gritar, patalear, pánico, sonambulismo, agitar el cuerpo o mascullar. Los terrores nocturnos normalmente se producen en el período de dos horas después de irse a dormir el niño. No son perjudiciales y cada episodio termina en un sueño profundo. Se consideran normales hasta la edad de 6 años.

Muchas veces se pueden generar estos terrores por que el niño este tomando medicamentos nuevos.
A continuación se enumeran las características comunes de los terrores nocturnos:


  • Su hijo está asustado pero no puede despertarse o tranquilizarse.
    Los ojos de su hijo están muy abiertos pero no sabe que usted está ahí.
    Su hijo puede creer que los objetos o las personas de la habitación dan miedo.
    El episodio dura de 10 a 30 minutos.
    Su hijo a menudo no recuerda el episodio en la mañana.


Cómo ayudar a un niño durante los terrores nocturnos:

  • Trate de ayudar a su hijo a volver a un sueño normal. Usted no podrá despertar a su hijo, por lo tanto no lo intente. Encienda las luces de forma que su hijo esté menos confundido por las sombras. Haga comentarios que le tranquilicen. Abrace a su hijo si esto parece ayudarle a sentirse mejor. Zarandear o gritar a su hijo puede hacer que el niño se perturbe más.
  • Proteja a su hijo de las lesiones. Durante un terror nocturno, el niño puede caerse de una escalera, correr hacia una pared o romper una ventana. Trate de dirigir suavemente a su hijo de regreso a la cama
  • Prepare a las niñeras para estos episodios. Explique a las personas que cuidan de su hijo qué es un terror nocturno y qué hacer si se produce uno.
    Trate de prevenir los terrores nocturnos. Un terror nocturno puede desencadenarse si su hijo está muy cansado. Asegúrese de que su hijo se vaya a la cama a su hora regular, y lo bastante temprano como para dormir suficiente. Es posible que los niños más pequeños necesiten dormir una siesta diariamente.
  • Durante varias noches, observe cuántos minutos pasan desde la hora en que su hijo se duerme hasta el inicio del terror nocturno. Empiece a despertar a su hijo cada 15 minutos antes de la hora esperada del terror nocturno. Mantenga a su hijo completamente despierto y fuera de la cama por 5 minutos. Continúe despertando a su hijo de esta forma durante siete noches seguidas. Si los terrores nocturnos regresan cuando usted deja de despertar a su hijo, vuelva a repetir el proceso según sea necesario.
Para ayudar con los terrores nocturnos es crucial mantener una rutina estable y relajante para ir a dormir. Reducir las situaciones estresantes o que generen ansiedad en la vida del niño/a. Cuando sucede un terror nocturno, es mejor no probar de despertarles. Simplemente háblale suave, dile que todo va a estar bien y vigila que no se haga daño. Pasado el episodio de terror nocturno, tu hijo/a continuará durmiendo normalmente. Si hay alguien más que cuide de tu hijo/a, cuéntale que es mejor no despertarle y simplemente ser una voz de calma para prevenir que se haga daño si se agita. Si los terrores nocturnos son frecuentes, puedes ver a qué hora más o menos ocurren. Cuando tengas este patrón, despierta al niño/a 15 minutos antes de qué normalmente suceda el terror nocturno y mantenlo despierto 5 minutos antes de ponerlo a dormir de nuevo. Esta técnica ha sido bastante eficaz reduciendo la aparición de terrores. Si tienes cualquier duda acerca de cómo implementar esta técnica habla con tu pediatra. Igualmente, habla con tu pediatra acerca de los terrores nocturnos de tu hijo/a para que pueda evaluar su frecuencia y si es necesario ver a un especialista o realizar otra intervención. Recuerda que la mayoría de niños que sufren terrores nocturnos dejan de tenerlos por su propia cuenta a medida que crecen


Cómo reaccionar ante un terror nocturno
Los terrores nocturnos pueden alarmar bastante a los padres, que suelen sentirse impotentes al no poder consolar a sus hijos. La mejor forma de reaccionar ante un terror nocturno es esperar pacientemente a que pase y asegurarse de que el niño no se hace daño al agitarse. Generalmente los niños se tranquilizan y vuelven a la placidez del sueño al cabo de pocos minutos.
Es mejor no intentar despertar al niño durante un terror nocturno. Esos intentos no suelen funcionar y, en el caso de que funcionen, lo más probable es que, al despertarse, el niño se sienta desorientado y confundido, por lo que probablemente le costará más tranquilizarse y volver a conciliar el sueño.
Los terrores nocturnos no tienen tratamiento, pero usted puede contribuir a que no sucedan en primer lugar. Pruebe lo siguiente:
Reduzca el estrés a que está sometido su hijo.
Establezca y mantenga una rutina para antes de acostar a su hijo que sea simple y relajante.
Asegúrese de que su hijo descansa lo suficiente.
No permita que su hijo se canse demasiado estando levantado hasta tarde.
Entender los terrores nocturnos puede reducir las preocupaciones de los padres y ayudarles a dormir bien por las noches. Pero, si su hijo tiene terrores nocturnos repetidamente, hable con el pediatra del niño por si fuera preciso consultar a un especialista en sueño.

Cuándo llamar al médico de su hijo:
Aunque los terrores nocturnos no son peligrosos, pueden parecerse a otras condiciones o llegar a producir problemas para el niño. Consulte con el médico de su hijo si usted nota cualquiera de las siguientes señales:
El niño babea, tiene espasmos o rigidez.
Los terrores se vuelve a presentar después de despertarlo las siete noches.
Los terrores duran más de 30 minutos.
Su hijo hace algo peligroso durante un episodio.
Los terrores se producen durante la segunda mitad de la noche.
Su hijo tiene miedo durante el día.
Usted cree que el estrés familiar puede ser un factor.
Usted tiene otras preocupaciones o preguntas acerca de los terrores nocturnos de su hijo.



Espero que te sirva. Un abrazo, cualquier cosa me llamais.